La empresa nace a raíz de una desagradable experiencia personal, un fin de semana por la mañana, estaba de excursión a caballo con mi hija. Sin saber muy bien el motivo, su caballo comenzó a caerse al suelo. Asustada, se aferró a las riendas de este, el impacto del caballo sobre ella le terminó rompiendo la cadera; los siguientes ocho meses los pasó utilizando una silla de rueda. Toda nuestra vida cambió en un segundo, pasando del confort al caos total.

Casos cotidianos como levantarse de la cama, ir hasta el baño y asearse era un problema. Ducharse tampoco era tarea fácil, aunque le ayudaramos a poder entrar y salir. La odisea no se limitaba solo a nuestro hogar, sino también al resto del entorno. Todos los días la llevaba a hombros por las escaleras, a falta de un acceso alternativo. Lo mismo sucedía al querer entrar en los establecimientos, ya no solo era pensar ¿qué voy a hacer? comprar comida, salir con los amigos, etc. Ahora también debíamos pensar ¿a dónde vamos a hacerlo? o ¿cómo vamos a hacerlo? No podía socializar con las personas de la misma manera, su mundo se había reducido.

Esta experiencia nos hizo ver que esta necesidad no estaba siendo atendida, al poco tiempo mi mujer y yo decidimos hacer evolucionar la empresa a esta nueva filosofía. Aprovechamos que éramos una empresa de multiservicios en el sector de la «reforma». La empresa dejó de hacer construcción tradicional, para pasar a trabajar en «adaptación accesible».

Los preparativos comenzaron en 2007, dos años antes de abrir esta nueva empresa. En aquella época apenas había información o materiales sobre la accesibilidad, nuestro primer obstáculo fue poder encontrar proveedores para conseguir los productos. Finalmente, tras muchos esfuerzos pudimos abrir a principios de enero del 2009. Unos años después nuestro hijo Raúl se unió a la empresa.